viernes, 25 de abril de 2008

Metáforas puras e impuras

Los flecos dorados que rozan tus hombros
son como los destellos del sol que cada día rozan mis ojos.

Tus manos son dos ramas de un árbol,
que junto a sus bellas y grandes hojas
liberan su fruto y éste penetra en mí,
junto a sus nutrientes y amor.

Observando el mundo de tu rostro,
comienzo por los faroles de tus ojos
y termino con las perlas brillantes que están dentro de tu boca.

El arco iris inverso y de color rubí que se asoma sobre tu rostro
es el límite de nuestro amor.
Espero que el único al llegar sea yo.

La sangre transparente alrededor de los países
recorre los huesos y músculos del mundo.
El cuerpo de este mundo es cada vez más fuerte y grande.

No hay comentarios.: