Era una noche de luna llena,
yo caminaba bajo las estrellas,
cuando de repente escuche una hermosa voz de una mujer,
eran inexplicablemente dulces las palabras de esa cancion que ella cantaba,
que me mataban una y otra vez que las nombraba.
a pesar de peleas y desconfianzas,
las luces que alumbran su cara,
me transmiten seguridad.
Cuando no estoy convencido de quererla,
mi amor por ella
se asegura cada vez que me demustra con su rostro su felicidad.
sábado, 26 de abril de 2008
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